Siguiendo desde el pueblo las indicaciones hacia Santa Icilia llegamos a un alto donde veremos el cruce de tres caminos: el de Guariste, que asciende rápidamente, la bajada a Santa Icilia, y, en medio, un camino recto. Tomamos este último y seguimos una buena senda que entre robles nos lleva hasta un pequeño puente de madera, recientemente restaurado.
Variante de Verano: Cruzamos el puente y seguimos andando por el camino, esta vez a la sombra de las hayas y una pequeña zona de pinar, invadido en buena parte por las hayas. Si nos fijamos, en una curva del camino podremos descrubir un buen ejemplar de roble albar. La senda termina en un pequeño claro, justo antes de entrar en un denso hayedo. En ese punto hay que descender hasta el río de la Umbría, de aguas muy limpias y dónde podremos ver alguna trucha. Para ver la cascada es necesario cruzar el río, existiendo unas rocas en dónde es relativamente fácil hacerlo, pero sólo en los meses de verano, ya que el resto del año el caudal del río nos lo impedirá y tendremos que escoger la otra variante.
Variante de Invierno: En vez de cruzar el puente seguimos la senda que asciende un poco antes para cruzar el pequeño Barranco de las Brujas. La senda sigue entre robles por la margen derecha del río y desde ella podemos ver el hayedo mezclado con un pequeño pinar al otro lado. En otoño el contraste de colores crea un paisaje de gran belleza. Desde la senda vemos a cierta distancia el río de la Umbría. En poco más de un cuarto de hora llegaremos a una pequeña campa al lado del río (justo dónde termina la senda de la otra variante). Allí desemboca el Arroyo de Montero o del Chorranco. No tenemos más que subir unos metros por él entre los robles para contemplar la caída del agua en la Cascada del Chorranco, de unos 20m de altura, en dos tramos de cascada.
Ruta:CLICAR AQUÏ
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